El otro día entré en un restaurante situado en la calle Real para degustar un menú de diseño.
El primer plato, una ensalada de cangrejo era bastante fresco y liviano, ideal para comenzar la cena e ir calmando el hambre.
El segundo plato llegó enseguida y pude disfrutar de vacuno de primera clase, con taquitos de panceta de diseño, una salsa deliciosa compuesta de complejos ingredientes y acompañada de pollo auténtico de corral. Las patatas... fritas. Sí, podéis pensar que resulta horrible para un plato de diseño, pero realmente realzaba la belleza del mismo. Por cierto, la fritura era deliciosa.
De postre, un maravilloso helado con pequeños dulces de chocolate recubiertos de colores que dan diversos sabores.
Realmente estupendo, y por un precio relativamente módico (12 euros). Un servicio genial, rápido, eficaz y uniformado; un local con sitio para bastante gente y que no empobrece la imagen general de la comida, sin ruidos, música de ambiente y diseño moderno.
Sin duda, ha sido el mejor McDonald's que he visitado.
Un saludo.
Parodiando a
Shinja, en
muchas de sus mejores entradas.