domingo, 12 de diciembre de 2010

Cadenas

Todo está enlazado. Ni el mayor mal es la muerte, ni el mayor bien es lo que pinta. Podemos crucificar a un montón de gente y dará igual, puesto que seremos nosotros quienes estemos cometiendo el primer error. A primeras da igual, pero cuando te lleves el chasco, será inevitable que te des cuenta de como erraste, de como jodiste ese enlace que te une al resto.

Hasta el más desagradable ser del planeta tendrá sentimientos, con sus virtudes y defectos. Como ayer de noche dije, se acabó el clavo del que todos sacábamos partido; y no hay queja: nos ha dado meses y meses de descanso, dos años. Pero eso implica que tarde o temprano tocará que sea otro, y la presión se palpa. Nos vamos volviendo insoportables unos para otros, y lo que antes era divertido, hoy cansa, lo original es aburrido, y todo se establece como una enorme bola en mi cabeza que no para de crecer.

Todos lo sabéis. Hemos pensado que nuestro bienestar y un ban-kick estaba enlazado, y es cierto, pero se ha acabado. Ha habido un montón de cambios y derivaciones, hemos aprobado comportamientos de los que ahora nos quejamos, no somos capaces de decir verdades, y ya estoy cansado.

Los motivos para detestar u odiar, deberían ser razones, no excusas; y yo no paro de escuchar lo segundo. Me preocupa que clavemos a otra persona en la cruz, independientemente de si soy yo o no, para nuestro propio bienestar; porque aquí todos somos unos putos gilipollas en algún momento, ya sea cuando nos pegamos en el Orzán, cuando rajamos del prójimo o cuando conducimos como energúmenos.

Se vea como se vea... Es injusto.

Y no pienso seguir permitiéndolo.

jueves, 2 de diciembre de 2010

No Más Héroes

No más héroes. No sirven de nada, no hacen nada. Aquí nadie es el bueno que salva el mundo ni el malo que lo destruye. No va de salvar princesas, evitar robos o adquirir poder. Ya basta de gente haciendo favores, regalos, piropos, o sabe Dios que. No más bonachones de turno, ni gente entrañable y amistosa. Ni sonrisas encantadoras, ni abrazos complacientes.

Dadme bofetadas, insultadme, entonad cánticos hilarantes a mis espaldas, escupid en mi comida y defecad en mi habitación. Dedicaos a elaborar planes para humillarme, hundirme en un charco de mierda. Matad a mi perro, violad a mi hermana, hacedlo al revés, si queréis. Batead mi cabeza o robadme mis pertenencias, o todo a la vez.

Da igual, os lo he dicho mil veces. Esto no va de historias tópicas ni de hechos reales o ficticios. Va de actitud.

Y hoy me la han jodido simplemente cambiándome los planes de la tarde.

No More Heroes, plz.

¿Para qué?

martes, 16 de noviembre de 2010

Martes

Le he puesto una fecha de caducidad, una cuenta atrás. Que triste.

lunes, 27 de septiembre de 2010

sábado, 21 de agosto de 2010

Ironías (creo)

Nunca he dejado que las mujeres participasen demasiado en mi vida, son un peligro.

Ahora me encuentro rodeado de ellas por todas partes, y siempre para bien. Se ve que hay slots libres para unas cuantas amigas.

martes, 3 de agosto de 2010

Dos años muy entretenidos, pero continua la etapa de cambios. Va por mí. Un brindis.

lunes, 2 de agosto de 2010

Solo espero que el viaje a Venice Beach no sea muy doloroso.

sábado, 3 de julio de 2010

Si mañana...

...cojo un autobús hacia ninguna parte, navego por los mares de no-se-donde, o sobrevuelo el monte del quinto pino... No importaría. Daría igual.

...me tiro por un puente hacia el fondo de la ría, tiño de rojo el agua de la bañera, o estreno la vajilla con una ensalada de sesos... No importaría. Daría igual.

...le grito a tres o cuatro personas lo que deberían saber, lo que (por un mínimo de palabra y/o educación) deberían hacer, o simplemente lo que está ocurriendo... No importaría. Daría igual.

...mando a mi jefe a tomar por culo, a mis amigos, a mi familia, a mi otra familia... No importaría. Daría igual.

Es, quizás, todo eso lo que genera un agradecimiento enorme a todos vosotros, madre, padre, hermanos y resto de familiares, compañeros, amigos, coleguillas, ex-novias (si tras dejarme como lo hicieron se les puede considerar así) o simplemente conocidos...

Gracias, de verdad, por darme suficiente asco como para nunca ser como ninguno de vosotros.

Preferiría estar muerto.

Pero, de hecho... No importa.

Da igual.

miércoles, 23 de junio de 2010

Best of Me

No he dejado de pensar en los últimos acontecimientos que se han desarrollado en apenas un par de meses.

Desde luego no he escogido la manera adecuada de hacer las cosas en ningún momento. Es más, seguramente no lo he hecho en toda mi vida. Soy impulsivo y tomo muchas decisiones demasiado rápido.

No considero que me haya equivocado, aunque eso solo lo puede decidir el tiempo; pero sí que se que había 1.000 maneras diferentes de hacer las cosas, y he escogido una de las peores.

Me gustaría pensar que puedo hacer que alguien se sienta bien con solo un par de palabras, pero no es posible, no normalmente. He dado un golpe en el suelo y he hecho daño a varias personas a costa de mi propio bienestar, no es justo.

Tampoco voy a martirizarme con ello, soy consciente que llevaba unos meses mal. Sin salir de casa, sin socializar más allá de los sábados, sin tener un poco de aire fresco... Estaba metido en una rutina que me estaba matando y no podía salir. Ojo, la culpa no era más que mía, pero necesitaba un cambio, y me ayudaron.

De hecho, me ayudó una de las personas a las que hice daño, mientras que a la vez metía la pata con otra. He sido un desastre. Ninguna de las dos me reprocha nada, o eso dicen, pero yo me siento culpable igual y no puedo evitarlo, porque se que tengo razón.

Insisto una vez más:

He tomado una decisión correcta, o al menos, correcta por el momento. Ahora mismo me siento bien, me siento feliz, salgo a pasear, hago cosas diferentes, vuelvo a escuchar música, voy al trabajo con ánimo... El resto lo decidirán medidas absolutas. Pero he dado lo mejor de mí y he fallado miserablemente. No puedo hacer más.

Lo siento.

viernes, 21 de mayo de 2010

Entumecido

El entumecimiento de las rodillas era notable. Tanto tiempo sin caminar por miedo a los demás me ha apartado de una vida normal. Hace diez años que no visito este barrio, el barrio de mi vida. Llevo tres años sin pisar las hojas de los árboles, sin escuchar a los niños jugar, las risas de los bares... Diez años apartado de mi vida por cometer un error. Un simple error.
Llenamos nuestras vidas de errores conforme avanzamos por ellas, esperando encontrar nuevas soluciones a viejos problemas, pero para mí solo fue una condena. ¿De qué vale condenar a un hombre a sufrir para que aprenda de sus errores? Y… ¿Cuál fue el error? ¿Liberar mis sentimientos? ¿Debe un hombre tener unos grilletes en su corazón?

No, yo no.

Según avanzo, recuerdo más cosas, y el barrio se me hace más conocido. Paso por un pequeño parque infantil que ha perdido su nombre. Pintarrajeado, sucio, destrozado. Chavales demasiado mayores para estar allí ofuscan el brillo de la juventud de años pasados. Insultan, roban, agreden… ¿Dónde está la educación? ¿Es culpa de esos mismos grilletes? Ahora solo se busca el placer de comida rápida… Llegar a la barra, pedir y disfrutar… Ya no hay satisfacción personal, ni orgullo por las metas cruzadas.

Más adelante, la calle de los bares. Todos cerrados. Nadie sale, nadie bebe, nadie celebra nada. Hay temor a quedarse sin dinero por tomarse dos cervezas, o a parecer un borracho. Algunos parecen realmente abandonados, lugares donde he celebrado un ascenso o la bienvenida de un nuevo miembro a la familia… Lugares que eran de mi vida, se han ido.

No obstante, hay cosas que nunca cambiarán. El mismo edificio, el mismo portal. La misma puerta que nunca ha cerrado y que evita el molesto uso del timbre por los inmigrantes repartiendo publicidad. Tras pasar la puerta… el mismo olor que disfrutaba todos los días. Ese olor significaba el regreso al hogar, el fin de la jornada laboral, el cariño familiar.

Subir estas escaleras agrietadas me recuerda a la última vez que las dejé… Símbolo de la espiral descendente de mi vida, que ahora pienso recuperar, cueste lo que cueste. Me duelen las rodillas, crujen, silban. Es una sinfonía del cansancio, del desgaste de mis años. A la par, un pequeño tambor se hace fuerte en esa melodía, por la emoción del reencuentro, de vivir el tiempo perdido.

Golpeo la puerta, dos veces. El mismo sonido, aunque acompañado por más crujidos, esta vez de la madera. En mi cabeza suenan pasos recorriendo un pasillo, mil veces el ruido de la puerta abriéndose… Recuerdos. Risas de niños.

La puerta se abre y, al fin, la veo. Sus ojos se clavan en los míos. Está conmocionada, como yo. Hago un esfuerzo y le acaricio la cara con los dedos, recojo sus lágrimas y los dejo caer hasta su cuello.

Cierro la puerta. La oigo llorar.

Esta noche no habrá errores. Permaneceremos juntos, sin fin.

La muerte no nos separará.

Todo lo contrario.

martes, 16 de febrero de 2010

El camino mas sencillo es el mas evidente. Otro dia de borrachera.

domingo, 14 de febrero de 2010

Ahora mismo estoy pensando y se que se puede sentir cuando alguien destroza tu vida simplemente dejando de quererte. Hace un año que no me pego un pedal semejante y sigo siendo consciente de que he pasado uno de los mejores años de mi vida con una de las mejores personas de mi vida, y espero que no se convierta en mi pesadilla. Tengo un pedal encima realmente increible y jamas he sido tan sincero conmigo ni con los demas. Estoy... Jodidos.