domingo, 27 de julio de 2008

Oh, bueno.

"Hijo de puta".

¿Cuantas veces me lo habran llamado? Ya sea en broma, en serio, con ganas de matarme, enfadados, echando espuma por la boca... Me lo han llamado muchisimas veces, en la calle, en casa, en el coche, en la cam... No, en la cama no.

Eh, ¿Me lo merezco?
Oh, bueno... Vale, no soy la persona mas agradable del planeta. No busco precisamente todos los amigos del universo; es mas, podria decir que con "los de siempre" me llega, aunque las ultimas incorporaciones son realmente divertidas...

Soy el ultimo capullo del planeta en poner algo de su lado con los desconocidos, ah, que malo soy, bueno... Depende del grado de feminismo del que esa persona disponga. (A que ahora, si eres una mujer, ya habras opinado que soy un capullo?)

Oh, bueno... Vale, tampoco soy Satan. Ayudo a mis colegas cuando puedo... y tengo ganas. Y tampoco ocurre pocas veces. Intento cumplir siempre que prometo algo, intento llevar el buen camino, aunque me exceda en el cometido hasta el punto de ser intolerante.

Oh, bueno... Vale, a veces me veras aplicando frases sin ningun respeto por ciertas personas, o rajando, pero como todo el mundo, y sin exceder, tampoco rajaria de alguien con quien me llevase bien, precisamente.

Oh, bueno... Hay excepciones. Pero muy contadas. Es mas, deberia haber solo una, y tampoco es plan comentarla porque entonces si que seria un "hijo de puta".

Esta bien, soy un hijo de puta. Pero... Oh... bueno... No soy el peor de ellos.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Se lo dicen a todo el mundo no te debería preocupar. xD

Minombre dijo...

todos somos un poco hijos de puta en alguna ocasión, sino...
1. no tendríamos algunos enemigos
2. si no tienes enemigos no sabes quienes son tus amigos
3. ser hijo de puta muchas veces quiere decir tener principios

Si tienes la conciencia tranquila...Viva los hijos de puta!
;)

Ukio sensei dijo...

No eres el peor de ellos ni de lejos: Te faltan años de práctica y una carrera para alcanzarme.

Como dice mi abuela: Tes que tomar muito caldo para ser tan grande como Ukio.